Se habla mucho en el mundo emprendedor de estar preparados para el fracaso para aprender y crecer. Pero, por el contrario, ¿estás preparado para el éxito?

¿Estamos realmente preparados para el éxito? ¿Qué pasaría si mañana miles de clientes llegaran a tu sitio web buscando comprar tu producto o si tu teléfono no dejara de sonar con cientos de clientes buscando contratar tu servicio?
El éxito puede llegar a ser la mayor razón del fracaso. Para que el mejor escenario de tu negocio no se vuelva una verdadera pesadilla, es impotante empezar a planear los recursos y acciones necesarias para atender el crecimiento exponencial.
Te dejamos algunas recomendaciones que pueden servirte de ayuda:
Contactá a los proveedores necesarios: asegurate que si el día de mañana necesitas incrementar al 100% tu producción, tus proveedores puedan cubrir sus demandas. En todo caso comenzá a identificar a otros posibles aliados.
Conocé tus puntos débiles: identificá aquello que sería más difícil de replicar de tu proceso. Enfocate en ello si el momento llega.
Prepará a tu equipo: trabaja en la mentalidad de tu grupo y preparalos para afrontar más horas de trabajo en el caso de ser necesario.
Aprendé a decir que NO: Por más que parezca extraño decirle que no a un cliente, es necesario rechazar un proyecto o cliente que exige algo que no estás preparado para ofrecer. Conocé tus límites.
¿Qué haría si mañana todo el mundo quisiera ser mi cliente? es una pregunta que deberías hacerte ¡Trabajá sobre eso!